• Los kurdos han sufrido persecución y políticas de asimilación durante siglos.

  • Divididos entre cuatro estados, han sufrido una represión que ha durado desde la época de los imperios hasta nuestros días.

  • La historia de su persecución es un complejo relato de lucha por la identidad, la autonomía y los derechos humanos.

Persecución histórica: el Imperio Otomano y Persia

Bajo el dominio del Imperio Otomano y Persia, los kurdos se encontraron a menudo en la intersección de los intereses de estas dos potencias. En el siglo XVI, cuando los otomanos y los safávidas competían por el dominio de Oriente Próximo, los kurdos se vieron obligados a ser leales a una de estas partes, lo que provocó muchos conflictos locales y represión.

Bajo el dominio otomano, los kurdos gozaron inicialmente de una autonomía relativamente amplia y de la capacidad de gobernar sus propias tierras. Sin embargo, en el siglo XIX, con los intentos de centralizar el Estado, el Imperio Otomano trató de reducir la autonomía kurda, lo que provocó rebeliones y levantamientos, brutalmente reprimidos por el ejército del Sultán.

Aunque no se trataba de una persecución masiva, estas tensiones se convirtieron en uno de los fundamentos de las aspiraciones de autonomía de los kurdos, que continuaron incluso tras el colapso del imperio.

Las Operaciones Proporcionar Consuelo y Proporcionar Consuelo II fueron operaciones militares iniciadas por Estados Unidos y otros países de la coalición durante la Guerra del Golfo. Iniciadas en abril de 1991, su objetivo era defender a los refugiados kurdos que abandonaban sus hogares en el norte de Irak tras la Guerra del Golfo, y proporcionarles ayuda humanitaria.

Siglo XX: Nuevas fronteras, nuevas persecuciones

Tras la Primera Guerra Mundial y el colapso del Imperio Otomano, el Tratado de Sèvres de 1920 preveía la posibilidad de un Kurdistán independiente. Por desgracia, este tratado nunca entró en vigor, y las nuevas fronteras trazadas por el Tratado de Lausana en 1923 dejaron a los kurdos sin Estado, divididos entre Turquía, Irán, Irak y Siria.

Turquía

En Turquía, las políticas asimilacionistas hacia los kurdos fueron especialmente intensas. El gobierno turco, que pretendía crear un Estado-nación unificado, prohibió el uso de la lengua kurda y borró la identidad kurda del espacio público.

Incluso se introdujo el término «montañés turco» para disociar a los kurdos de sus raíces étnicas. Numerosos levantamientos kurdos, como el del jeque Said en 1925, fueron reprimidos violentamente y los kurdos fueron a menudo objeto de represión y desplazamiento masivos.

Durante décadas, la situación de los kurdos en Turquía fue tensa y cualquier intento de buscar la autonomía era respondido con represión. A finales de la década de 1970 y principios de la de 1980, se fundó el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que inició una lucha armada por la autonomía de los kurdos.

El conflicto entre el PKK y el gobierno turco ha provocado una brutal represión por parte del ejército, la destrucción de numerosos pueblos y el desplazamiento de millones de kurdos en la región sudoriental de Turquía.

Irán

En Irán, los kurdos también fueron objeto de represión, especialmente tras el establecimiento de la República Islámica en 1979. Aunque hubo intentos anteriores de autonomía kurda, como la efímera República de Mahabad en 1946, fueron rápidamente destruidos por el ejército iraní. A día de hoy, las autoridades iraníes siguen considerando a los kurdos una amenaza para la integridad del Estado, y cualquier movimiento nacional kurdo es severamente reprimido.

Los activistas y líderes kurdos son a menudo objeto de persecución, y las organizaciones que luchan por los derechos de los kurdos son regularmente aplastadas por las autoridades. En Irán, como en Turquía, la cultura kurda está marginada y las aspiraciones de autonomía de los kurdos se consideran una amenaza para el orden público.

Iraq

La historia de la persecución de los kurdos en Irak es una de las más dramáticas. En la década de 1980, el gobierno de Sadam Husein llevó a cabo la campaña «Al-Anfal» contra los kurdos del norte de Irak. La campaña incluyó una limpieza étnica masiva, bombardeos químicos y una represión brutal, que causó la muerte de decenas de miles de kurdos. El caso más notorio fue el uso de armas químicas en la ciudad de Halabja en 1988, donde murieron más de 5.000 civiles.

Tras el final de la Guerra del Golfo en 1991, los kurdos consiguieron cierto grado de autonomía gracias al apoyo internacional. Sin embargo, su situación era difícil y sus intentos de independencia plena siguen siendo objeto de tensiones con el gobierno iraquí en la actualidad.

Siria

En Siria, los kurdos han sido considerados ciudadanos de segunda clase durante años. En la década de 1960, el gobierno revocó la ciudadanía a decenas de miles de kurdos, privándoles de derechos básicos. La cultura y la lengua kurdas fueron sistemáticamente suprimidas y cualquier expresión de identidad kurda fue tratada como expresión de separatismo.

La situación de los kurdos cambió algo tras el estallido de la guerra civil en 2011, cuando consiguieron hacerse con el control de las zonas del norte de Siria, creando Rojava, un enclave autónomo. Sin embargo, los combates y conflictos con diversas fuerzas en Siria y las intervenciones externas, incluidas las ofensivas turcas, hacen que su situación sea inestable y que sus estructuras autónomas estén amenazadas.

Persecución contemporánea y situación internacional

Mimo pewnych zdobyczy, Kurdowie wciąż spotykają się z represjami w każdym z państw, które zamieszkują.

W Turcji walka z Partią Pracujących Kurdystanu trwa, a władze stosują ostrą politykę wobec kurdyjskich polityków i aktywistów.

W Iranie Kurdowie nadal są prześladowani, a ich przywódcy często trafiają do więzienia lub są eliminowani.

W Iraku autonomia Kurdystanu jest względna i zależna od sytuacji politycznej oraz stosunków z rządem centralnym, który wielokrotnie próbował ograniczać ich suwerenność.

Kurdowie, mimo braku własnego państwa, są zdecydowani walczyć o swoje prawa i autonomię. Organizują się politycznie i społecznie, prowadzą działalność na arenie międzynarodowej, próbując zyskać wsparcie dla swoich dążeń. Niestety, podzieleni między kilka krajów, zmagają się z politycznymi interesami tych państw, które wciąż widzą w nich zagrożenie dla swoich granic i stabilności.

Esperanza y desafíos

Los kurdos siguen aspirando a la plenitud de derechos y a la autonomía. Su historia no es sólo una historia de persecución, sino también de perseverancia y lucha por preservar su identidad. Frente a las duras condiciones, los kurdos han construido una cultura y una estructura social fuertes que les permiten luchar por sus derechos y su dignidad.

La persecución de los kurdos es un recordatorio de la complejidad de las cuestiones de nacionalidad y de lo difícil que es sobrevivir sin un Estado propio en un mundo políticamente dividido. Para los kurdos, la historia de la persecución no se refiere sólo al pasado: es también una lucha contemporánea que tiene lugar en Oriente Medio todos los días.

Fuentes gráficas:

  • <>MikaelF, CC BY-SA 4.0 https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0 , vía Wikimedia Commons
  • <>Agencia de Noticias Tasnim, CC BY 4.0 https://creativecommons.org/licenses/by/4.0 , vía Wikimedia Commons
  • <>BijiKurdistan, CC BY 2.0 https://creativecommons.org/licenses/by/2.0 , vía Wikimedia Commons
  • <>Dûrzan cîrano, CC BY-SA 3.0 https://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0 , vía Wikimedia Commons